La escuela Miguel Griñó fue mi primera parada a nivel académico, pero por supuesto no la única, ya que muchos cursos, cada vez más específicos, siguieron a ese.
Al no encontrar realmente una barbería que cubriera todas las inquietudes que mi espíritu curioso necesitaba, decidí montar mi propia barbería a la que le dediqué 8 años de trabajo, sacrificio y crecimiento personal.
Ahora mi aventura continúa en Ruzafa Barber, y no puedo estar más agradecido. Trabajo rodeado por profesionales con gran trayectoria a sus espaldas, personas con los que puedo compartir conocimientos y así seguir creciendo en esta magnífica profesión que es la barbería.